Hola, soy Anais.

Bienvenido a mi canal «Mariposas en el camino»

Si llegaste a este lugar no fue por casualidad, este lugar esperaba por ti. De todo corazón pongo a tu disposición material y enlaces que te serán de mucha ayuda en tu proceso de autoconocimiento. Eres un buscador ¿verdad? ¡Mereces respuestas! por ello quiero compartirte por qué decidí abrir este canal.

Mi padre falleció en setiembre del 2020, en tiempos de pandemia, y cuando él falleció solo quise voltear la página de manera muy rápida. Para ello, como buena organizadora de eventos y loca planificadora empecé a buscar mucho material de cómo afrontar un duelo, “ese sería mi proyecto”, así como si fuera un trabajo más de mi vida.

Pasaron los meses, y sentí que ya lo había logrado, me sentía mucho mejor. Ya cantaba, ya salía, ya bailaba… hasta que un día hablando con mi hermana sobre la muerte de mi papá me di cuenta de que ella necesitaba ayuda, “necesitaba ayuda profesional” porque yo; ya lo estaba superando ja, ja, me río aquí porque a veces el ego te puede cegar… Carajo, ¡En realidad era yo la sangrante que necesitaba ayuda!

Y siendo sincera conmigo misma, busqué “ayuda profesional”. Sí, me atreví por primera vez a llevar “Terapia” y fue la mejor inversión de mi vida. Todo el material que había encontrado para superar mi duelo estaba muy bien, pero me olvidé de algo… ¡De sentir mi dolor y aceptarlo! ¡De tomarme un tiempo real para mí y expresar todas mis emociones, rabia, ira, llanto!

Con ese paso, empezó mi viaje de autoconocimiento, donde empecé a ponerle nombre y apellido a todo lo que me estaba sucediendo. Por ejemplo, me di cuenta de que veía la muerte de mi papá desde “El Juicio”. Los pensamientos que me abordaban eran: “bueno él ya falleció y es lo que le tocó”, “la vida continúa”, “cumplió su propósito”, Y visto de cierto modo pueden ser correctas esas afirmaciones, pero la diferencia en mi era que no sentía Amor y Compasión en esas palabras.

¡Había algo más! Solo quería pasar tan rápido mi proceso de duelo porque en realidad sentía rechazo por mi papá. En mi mirada de adulta “racional”, la vida debía continuar, pero en mi mirada de “niña”, aún tenía mucho que reclamarle a mi papá, especialmente porque no lo sentí presente en mi infancia y tuvimos una relación muy distante. ¡Darme cuenta de esto, no fue fácil porque te chocas con muchos juicios sobre “lo que debes sentir y pensar de tus padres”, pero aceptarlo y empezar a sanarlo fue una bendición!

Todas las respuestas estaban en mí. Vivir para sanar, vivir para perdonar y vivir para perdonarme. Me di cuenta de que, ahora yo era la Adulta y me tocaba hacerme cargo de mi propia sanación. Me tocaba ahora ser el padre y la madre que aún mi “niña interior reclamaba” ¡Solo la Adulta Consciente sana a la niña herida!

Con todo esto, decidí tomar el mejor regalo que me dieron mis padres, “El regalo de la vida”, y empezar a ser protagonista de ella. Mis padres hicieron lo mejor que pudieron con las herramientas que tuvieron en su momento, ellos me dieron el tipo de amor que también recibieron, entonces seguir buscando respuestas y juzgarlos ya no tenía tanto sentido.

Mis heridas de infancia aún están ahí y siempre me van a acompañar, pero ahora la diferencia es que ya no me duelen como antes. Esas heridas empiezan a sanar, empiezan a perder importancia y no hay mucho apego por ellas ¡Esas heridas se van convirtiendo en mi sello de transformación!

Y sabes ¿qué es lo mejor cuando te atreves a sanar? Abres espacio para otras bendiciones, como amor incondicional, propósito de vida, abundancia ¡Es una locura, pero es real! Yo siento que después de todo este proceso de autoconocimiento, perdón y desapego al pasado me he reconciliado con mi papá, ahora puedo recordarlo con amor, compasión y sin juicios. ¡Dicen que nunca es tarde para tener una infancia feliz!

En este camino de autoconocimiento me topé con temas que nunca imaginé, como la meditación, terapia cuántica, constelaciones familiares, ayahuasca, terapia de escritura y muchas más que definitivamente son herramientas que sumaron en mi proceso de sanación y hoy decido compartirlas contigo en este espacio.

Este es un viaje que nunca acabará, pero me encanta transitarlo, es así como decido vivir mi vida, disfrutando de todo lo que pasa en el Aquí y Ahora.

¡Recuerda que la mejor inversión que puedes hacer es en ti mismo!

Un abrazo, Anais

Mariposas en el camino